arquitectura
La arquitectura de El Opeño, como se ha señalado anteriormente, cuenta con características muy particulares que no fueron retomadas en las necrópolis más tardías de Jalisco, Colima y Nayarit. Es importante señalar que la arquitectura funeraria, con características similares o divergentes, fue practicada por los pueblos que vivieron en una amplia región de América continental, y en distintas épocas, en los tiempos anteriores a la llegada de los europeos. Esta región se extiende desde el llamado Occidente de Mesoamérica hasta el norte de Perú, siguiendo la costa del Océano Pacífico. La continuidad geográfica y temporal de estas prácticas requiere de análisis más profundos que permitan comprender mejor los vínculos entre estos pueblos.
El Opeño está constituido por un conjunto funerario que suele ser incluido en la tradición de las tumbas de tiro, que se difundió por gran parte del Occidente de Mesoamérica, sobre el territorio de lo que actualmente constituyen los estados de Jalisco, Colima, Nayarit y Michoacán. Los entierros de El Opeño, como los del resto de las zonas donde se han encontrado materiales de la Tradición de las tumbas de tiro
Cuenta con características muy particulares que no fueron retomadas. Es importante señalar que la arquitectura funeraria, con características similares o divergentes, fue practicada por los pueblos que vivieron en una amplia región de América continental, y en distintas épocas, en los tiempos anteriores a la llegada de los europeos.
El Opeño no se ha encontrado ningún resto material de las poblaciones de los constructores de las tumbas. Esto motivó que se les representara como un pueblo que se encontraba en la transición hacia el sedentarismo agrícola que caracterizó a las sociedades urbanas de Mesoamérica en el Preclásico Medio. Sin embargo, el análisis de los materiales arqueológicos encontrados muestra que los constructores de las tumbas de El Opeño fueron miembros de un pueblo claramente sedentario.
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